26.8.11

(parte de) vos.

-es que yo no tengo tu memoria de pez...
-ah, pero entonces ya me tenés re calado que me toco el pelo todo el tiempo, por ejemplo.
-eso... y podría enumerarte todos tus tics.

(algo escrito hace mucho que desempolvó mi memoria en el momento de este diálogo. 
algo no tan impresentable ni empalagoso como otra cosa similar que te escribí mucho antes de esto.
algo que me daría vergüenza que leyeras sólo porque no te hace el honor suficiente.
un puñado de palabras con tu recuerdo estampado; tu nombre escapándose por cada espacio.
un rejunte sin sentido de esos detalles que me gusta ver en vos.
un fragmento tuyo apenas.)


llueven lágrimas de rímel y plástico insomne. anoche me quedé dormida discutiendo con el gusto a chicle de tus besos. caminando hacia la dirección contraria a la costanera para no encontrarte a la altura del fin del mundo. Santa Fe y Uruguay, ¿en qué acorde cantás esta canción? casi me desvelo con tu verborragia filosa por tropezarme con la primera vez que me volviste a tocar como tomándole el pulso a mi esperanza; y doy vueltas en la cama porque nunca supe de qué lado preferías desvestirme.
sigamos en la misma tesitura, te encantaba decir a media voz, desordenándote sistemáticamente el pelo. cigarrillos y Clonazepam, y me tengo que olvidar. de tu mueca con el labio inferior mientras tocás la guitarra. tu torpeza para ver más allá de mi cicatriz. el silencio espeso cada vez que disparé a quemarropa. cierta tristeza que te dan las cajas de música. los jeans oxford que no te sacabas por nada del mundo. el fetiche con tu remera roja. y la negra de los Beatles que tanto me gusta. la forma estratégicamente desprolija en que te sentabas a mi lado. tu música en mi cuerpo. el puente de Londres. tu pésima fonética inglesa. tu letra garabateada en hojas cuadriculadas. cómo nunca me cantaste esa canción entre dientes mientras me desnudabas (esa canción que nunca te agradecí). el cuadradito de calle recortada que solía mirar por la ventana diminuta de tu cuarto cuando te quedabas dormido. la lluvia como música de fondo a primera vista la última vez que te toqué.
ya no importa qué tan fuerte me sirven el fernet. siempre tiene gusto a poco.
no duele al fin. de temporada. más bien tarde. sin tiempo más que-darte.

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