3.1.11

overwhelmed.

el primero de enero me tomó por sorpresa, me gritó "bu!" desde atrás y todavía no acomodé los latidos del susto que me pegué. todavía ando descolocada.
no hice balances. no estuve melancólica. no quise que el último minuto del 2010 durara para siempre. no se me llenó de vértigo el estómago cuando brindé a las cero-cero del 2011. no me hice promesas ni comí las doce uvas (de esto último sí me arrepiento). no me puse sentimental, más bien...
fue casi como un día más.
lo que pasa es que mis balances empezaron hace como dos meses, cuando caí en la cuenta de que terminaba una etapa y que la que seguía me quería llevar por un lado inesperado. reflexioné sobre mis afectos en el mismo momento en que los perdí y cuando los que estaban estuvieron más que nunca. ya proyecté y organicé mentalmente casi todo mi año impar. supongo que mi fin de año llegó temprano y se acomodó a esperar esto. empezar de una bendita vez y poner manos a la obra.

el año nuevo me encontró esperándolo arriba de un banco (esa costumbre sí me encanta cumplirla), con un vaso de fernet en la mano y restos de resaca. sin vacaciones. recibida y con brand-new job as interpreter que empiezo mañana. ya inscripta en la escuela de danzas y el curso de interpretariado. con la mente puesta en el inglés y el cuerpo en la danza. armando coreografías y queriendo bailar ya. desenamorada. pensando demasiado en quien no debería pensar, alguien que me llena los huecos de más vacío y más amor disfónico, que le saca brillo a los tequieros a medida que los gasta. sin mi abuelo. sin una puta idea para sentarme a escribir. extrañando el mar y buenos aires. con ansias. con ilusión. con ganas.
manos a la obra de una bendita vez.

1 comentario:

s u n dijo...

y será que a mí también el nuevo año me encontró desprevenida, desatenta, sin balances previos ni planes para los meses que vienen. dejándome llevar por la inercia de las mañanas de sueño acumulado, las tardes de playa y las noches de amigos y tragos en patios marplatenses. o quizás, incluso, los fines de semana de novio de visita, de olas barrenadas, de arena en las huellas digitales, de balcones de madrugada, de de mails sin responder, de amigos sin llamar.

pero el caso es que me encontró como si nada. brindando con mojitos caseros (esos que me quiero tomar con vos ahora mismo), abrazando padres, besando novio, saludando tíos. durmiendo antes de lo esperado, sin haber hecho más fuego de artificio que el de un amor que promete cumplir un año de vida. y pensando en los que están, en los que siguen, en los que perduran. los que brillan por sólo ser, los que llenan los espacios de aire, dan alas y me enseñan a volar. pensando también en los que se fueron, por elección o por destino. pero sin rencores, sin cicatrices, sin dolores. empecé el año sin quererlo, sin pensarlo, sin darme cuenta. pero lo empecé feliz.

y pensando en vos, princesa. esperando verte pronto (hoy tu mail me arrancó un cachito de ilusión), abrazarte, sacarte fotos, convertirnos en sirenas y encallar en cualquier playa. juntas. para hablar. para saber que no se necesita mucho más.

te mando un abrazo lleno de sal, espuma y viento. que te renueve el aire y te de fuerzas para este año precioso que acaba de empezar. y ya verás, lo bueno y dulce que es amar.

te quiero mucho.